¿Es una conducta adquirida o natural del masculino el limitarse ir a terapia para recuperar su estabilidad emocional?
Las diferencias están presentes en las energías masculinas y femeninas, en un mundo donde las diferencias pasan a ser un arma de doble filo, es necesario expandir el conocimiento biológico y la intervención del medio para acercarnos a una respuesta.
En el ser humano, desde el momento de la concepción, dentro de su biología se generan reacciones diferenciadas a niveles genéticos, estructurales, químicos, hormonales y de procesamiento cerebral entre hombres y mujeres (1). Pero, ¿es esto lo único que influye en el actuar de ambos? La respuesta resulta obvia y es NO, pues sin duda el ambiente resulta fundamental en nuestro desarrollo; entendiendo como tal, el ambiente del clan familiar tanto antes de la concepción como desde el nacimiento, el ambiente social y cultural que nos da una bienvenida hostil y que al entrar en esa interacción ya hay impuestas creencias de cómo debería ser un ser sociable. Podría sumar a ello, lo que cada hombre debe entender por ser un hombre y lo que las mujeres esperan de él ya antes de nacer. No es difícil darse cuenta que las estructuras impuestas dan un perfil masculino predilecto como el ser fuerte, abastecedor, estable, sin expresión de sus emociones; porque los hombres no deben llorar, mostrar sensibilidad es signo de debilidad y de poca fuerza viril, que debes ser un semental en el acto de amar, entre otras creencias.
Los dos caminos
En el cerebro femenino, el estrógeno, la progesterona y la oxitocina son hormonas que predisponen los circuitos cerebrales hacia las conductas primarias femeninas. En el cerebro masculino, son la testosterona, la vasopresina y la hormona llamada SIM (sustancia de inhibición mülleriana). En el hombre ocurren dos procesos distintos, la masculinización y des feminización. La masculinización permite la expresión de la conducta sexual masculina en la edad adulta, y des feminización elimina o anula la expresión de la conducta sexual femenina en la edad adulta esto ocurre en la semana 8 a 18 post concepción activándose la testosterona y en los demás meses del embarazo la SIM (2) respectivamente. Dando lugar a los testículos y pene junto a las conductas primarias masculinas de destrezas espaciales, la interacción brusca, exploración aventura, jerarquía, control muscular y motriz. Pues sí, ha nacido un varón que viene con una carga genética y una ancestralidad presente. Para algunos motivaría en opiniones erradas tener por el cromosoma Y a un varón agresivo y enfocado solo en la competencia, lo cual dista mucho de ser una realidad, más bien ese tipo de juicios y opiniones del medio social y cultural encierran al masculino vulnerable y sensible.
Daño ancestral
El legado de la masculinidad ancestral por excelencia es irrenunciable, pero no es sentenciador. En la humanidad, ese masculino dañado por el abandono heredado de los ancestros, de ese padre que salía a cazar, que iba a la guerra y por último y más actual ese padre que por inmadurez abandona a su descendencia puede ser transformado y llevar a un ser desestabilizado emocionalmente a un equilibrado y responsable masculino sano.
Las heridas de abandono forman un perfil masculino bloqueado limitado creando en el hacer del mismo creencias como; yo puedo solo, debo sobreponerme rápido a lo que siento para sobrevivir, no permitiendo esa apertura de buscar ayuda sea en terapia o simplemente expresar abiertamente lo que siente a otro hombre o mujer
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1) Entre las revisiones de las diferencias sexuales del cerebro destacan Becker 2008b, McCarthy 2009 y Proverbio 2009.
(2) Destaca estudios Wang P. 2009
Yo y el darme cuenta
Como terapeuta en descodificación biológica y facilitador de círculos del sagrado masculino me es vital guiar y fortalecer al masculino en la idea de permitirse el espacio para sanar y reencontrarse con la estabilidad emocional. Esto va más allá de tomar una decisión, aunque la misma es reflejo de fuerza de voluntad característica propia del masculino sagrado, es un crucial tránsito de darse cuenta. En mi historia personal, si bien no crecí con las creencias limitantes del masculino en la familia si las viví en la escolaridad antes de la pubertad y de adulto. Esto de expresarte desde el cariño y jugar con niños y a la vez con niñas, ser expuesto y rechazado por hacerlo, fue un mundo nuevo y confuso. Al crecer vi la facilidad de abrirme al mundo sin reparos y experimenté la cárcel emocional desde el otro, como amigos y colegas en ellos se notaba una confusión respecto del ser fuerte con ser duros y de mostrar vulnerabilidad como espejo de la debilidad. Entre otras experiencias ya de adulto como amante y compañero viví ese “deber ser” impuesto y eso fue lo que me inicio en este camino para redirigir lo que nos han contado, eso de ser hombre, que implica ser 100 % masculino, según lo socialmente esperado y aceptado. No permitiéndonos aceptar aspectos del femenino en nosotros.
El mensaje
El impedimento de expresar las emociones y sentimientos es una imposición social y familiar que no es propia ni natural del masculino ni del femenino no es igual que el miedo o la inseguridad que acompañan a ambos respectivamente. El hombre puede llorar y sentirse vulnerable y buscar ayuda terapéutica y avanzar en un masculino consciente sin renunciar a supuestos privilegios o someterse a deconstrucciones creadas por las mismas creencias limitantes de la sociedad, la cultura y la familia. Siendo por ello, una creación condicionada en el masculino el no ir a terapia, no expresar su sensibilidad y sentirse poco hombre si lo hace. ¡Y esta es la buena noticia! lo adosado en ti, puedes sacudirlo o transformarlo y ser libre.
Al entender que nuestros impulsos en el hacer tienen una explicación en nuestro cerebro y biología, podemos decidir cómo actuar o no actuar, en lugar de limitarnos a seguir nuestras compulsiones e interpretaciones. Si usted es hombre y no se permite ir a terapia este artículo puede ayudarle a entender y honrar su capacidad cerebral exclusivamente masculina, comprender mejor a sus hijos, a su padre y a otros hombres de su vida o a los estados de influencia de testosterona en su hija madre y compañera. Si usted es mujer este artículo y el acompañamiento terapéutico le ayudará a interpretar y comprender la complejidad del cerebro del hombre. Con esa información nueva, puede cooperar a que su compañero e hijos sean más coherentes con su naturaleza y tal vez logre ser más compasiva con el masculino y sanar el vínculo.
Agradecimientos a LOUANN BRIZENDINE por su hermoso trabajo que inspira este articulo
Remy Diaz Tello