El protector masculino: PRÓSTATA

GLÁNDULA MASCULINA

Prostata el protector, guardián o el que está por delante. De la simple lectura de estas palabras podemos advertir la importancia de su ubicación en el sistema reproductor masculino y de su relevancia en la reproducción humana.

¡¡Procrear!! si lo pensamos estamos aquí, ustedes están aquí respirando viviendo y bueno algunos dando lectura a este artículo gracias a que fueron creados por sus padres, este instinto arcaico vital de aportar descendencia con la mejor genética posible para así garantizar la continuidad del grupo familiar es superior a lo que cada individuo necesita.

El sistema reproductor masculino como el femenino y la lógica biológica de la reproducción está orientada a la continuidad o no de la especie, es decir procreación o no procreación.

Desde la descodificación biológica y mi experiencia familiar me permito compartirles que he entendido que cada cuerpo biológicamente sostiene diferencias vitales respecto de sus necesidades y el comportamiento en sus relaciones. Así hombre y mujer reaccionan diferente por su función hormonal y su lateralidad biológica (si es Zurdo o Diestra) lo que será determinante frente a la experiencia vivida con una tonalidad conflictual relacionada a la descendencia.

El sistema de reproducción masculino cumple con la función de crear, almacenar y transportar esperma gracias a cada órgano colaborador como la vesícula seminal, testículos, epidídimo, la uretra, el pene, una serie de ductos y la próstata. Unidos para lograr la inseminación, claro está que el sistema reproductor femenino tiene que recibirlo y se preparará química y hormonalmente para ese sagrado momento.

El guardián, cumple con una función muy específica es la de estar alerta a los estímulos hormonales de testosterona, estrógeno, progesterona, oxitocina y vasopresina que controlan el relacionarnos sexualmente y procrear, pues ante tal estímulo la función secretora inicia. Esta glándula masculina secreta un líquido seminal aportando antígenos, enzimas,

magnesio y zinc este último con propiedad bactericidas entre otras que ayudará a transitar al semen en su camino uretral (por donde circula la orina) hacia el óvulo de ahí el nombre de protector de los espermatozoides. Cada vez que el mandamiento hormonal inicia el juego químico de “voy a procrear”, el protector se activa; ¿Pero es este el único impulso que activa a la glándula prostática? Para responder esta pregunta es necesario observar que nosotros como sexo masculino podemos experimentar relaciones armónicas y conflictuales relacionadas a la preproducción o descendencia con una tonalidad semi sexual y desagradable que puede ya estar preestablecida en nuestra memoria biológica.

¿PROGRAMADOS?

El cerebro masculino en su área preóptica medial (APM) localizada en el hipotálamo tiene un 2,5 veces más espacio que el cerebro femenino dedicado al impulso sexual Si¡ por ello pensamos más en reproducirnos que el sexo femenino y aprovecharemos la mínima señal de concretar esa danza hormonal en el encuentro y está bien es biológico, la lógica biológica es la descendencia a todo evento y es en este escenario en el que estamos expuestos a experimentar un conflicto respecto a la descendencia y su consecuencial síntoma llamado por la alopatía enfermedad.

Desde la descodificación biológica un síntoma es precedido por un conflicto que el ser vive como una situación extremadamente grave, en soledad, inesperada y que en ese momento no hubo solución, sin duda esto nos ha pasado muchas veces, ¿Cierto?. Este conflicto que por lo general se experimenta en la infancia (entendido como EL PROGRAMANTE) sin perjuicio que provenga de la herencia o legado biológico de los ancestros (transgeneracional) o recibido previamente a la concepción hasta el nacimiento (proyecto sentido) es decir se imprime en nuestro ser. Programación que se manifiesta en emociones corporales que vuelven cuando posteriormente experimentamos una vivencia con la misma tonalidad conflictual (lo que entendemos como EL DESENCADENANTE) despertando esas sensaciones corporales ya grabadas. En ese instante nuestro cuerpo biológicamente reaccionará de acuerdo a la memoria emocional programada en el cuerpo y lo hará para ayudarnos a resolver lo que no hemos podido solucionar en ese momento de bioshock o conflicto y cubrir la necesidad que ha quedado descubierta. ¿Y cómo lo hará? se activa un programa biológico de supervivencia un PBS que consiste en una serie de sensaciones físicas (síntomas) no perceptibles en la mayoría de los casos y en otros ciertas sensaciones generales como frio en las manos y pies, insomnio e inapetencia junto a pensamientos en negativo de lo sucedido, los cuales serán más intensos notorios y hasta dolorosos dependiendo del órgano afectado, la intensidad del conflicto vivido, su duración, la capa embrionaria (ubicación en el cerebro) y la fase en que se encuentre (fase conflicto activo o en fase de reparación).

EL CONFLICTO

Cada ser humano puede vivir el mismo evento desestabilizante o bioshock de distintas maneras; Con miedo, asco, rabia incluso como un alivio. Pensemos en el robo de una gorra, Samuel sentirá que esa gorra le da seguridad para salir y ahora no la tiene y siente rabia por lo vivido, Leonardo sentirá que se han robado una gorra vieja que fue un mal robo y que comprara otra. Dependiendo de sus creencias y experiencias individuales ya programadas vivirán aquel evento, puede también ser un shock real o simbólico el que será catalogado como real en nuestro cerebro. Por ejemplo, si Samuel vive el evento como indigerible su órgano estómago activará el mismo programa que utilizará cuando no puede digerir un pedazo de comida muy graso o muy grande generando un exceso (mayor función en una fase denominada simpaticotonía o fase activa) de ácido clorhídrico en el estómago para descomponer el bocado indigerible y así ayudarte a resolver la situación conflictual vivida y pasar a un estado de recuperación de menor actividad ( menos función en una segunda fase llamada vagotonía o reparación) y donde se presentan la mayoría de los síntomas ya que el organismos está en el proceso de recuperación buscando relajarte para tener un dormir tranquilo y volver a la homeostasis biológica o equilibrio. Y Samuel no estaba comiendo un banquete de carnes grasosas.

Frente a un conflicto de procreación la vivencia conflictual puede implicar a los descendientes o a quien sea considerado como tal por ejemplo hijos, nietos, bisnietos mascotas incluso algún proyecto (esta empresa es como mi bebe). De acuerdo a esto ¿Cómo pueden ser los conflictos? Son conflictos en los que la mujer o el sexo (función procreación o el acto mismo) están presentes y no es agradable, como una situación en la que existe rivalidad por una mujer, miedo a perder a la mujer amada por estar ella interesada en alguien más joven, temor a la pérdida de un hijo, pareja, nieto, puede que una hija o hijo no desee procrear siendo este el deseo del padre del clan y poder ser abuelo, lo cual se puede ver impedido por la decisión de no procrear o de abortar. Es posible que el padre viva un conflicto relacionado a que la hija o hijo tiene una pareja que no cumple con las expectativas de la buena descendencia, es decir “Mi hija tiene de novio a un bueno para nada” o la preocupación constante de solvencia de un descendiente entre otros casos. Si van uniendo estos casos se darán cuenta que todo aquello que vivamos en el afuera con una tonalidad conflictiva para el sexo masculino en términos de estar en peligro la existencia de la descendencia son conflictos semi genitales que provocan la activación del programa en la glándula y por consiguiente el guardián se activa y hará más función para generar más líquido seminal, fluido más rico y así incrementar la posibilidad de fecundación y obviamente de reproducción. Se preguntarán ¿Qué tiene que ver que un hijo no quiera tener descendencia en que afecta a su padre como para que tenga un síntoma en la próstata? La respuesta es simple, la glándula hará mayor función y más líquido seminal para engendrar un nuevo hijo que si cumpla con las expectativas biológicas del clan “la reproducción” sin que sea necesario que en el acto esto se realice, el órgano actuará como si eso fuese lo necesario para ayudar.

SÍNTOMAS Y EL MIEDO

Uno de los síntomas más recurrente y con la mayor tasa de muerte en el sexo masculino es el mal llamado “Cáncer” de próstata. Entendemos que el sentido biológico es reproductivo y que si esta glándula no existiese no sería posible la descendencia, podríamos adelantarnos y decir que si algo le sucede al protector biológicamente el riesgo es la no procreación. Es decir, el sexo masculino puede vivir un evento conflictual o shock biológico que activará un programa que consiste en más función y mayor crecimiento celular (glándula más grande) generando aquello que falta en la fase activa (más líquido seminal) y así poder cubrir la necesidad requerida.

Como exprese anteriormente los síntomas pueden pasar desapercibidos en la etapa inicial del conflicto activo, salvo ciertas sensaciones físicas generales propias de la simpaticotonía como manos y pies fríos, inapetencia e insomnio entre otros. Y es en la fase de reparación o vagotonía que se presentan la mayoría de los síntomas, por ejemplo el padre discute con su hija porque ella desea abortar a su bebe, el padre si lo vive como un conflicto de miedo por peligrar la viabilidad de su descendencia activará el programa correspondiente de la glándula y tendrá las sensación físicas antes descritas, pero si en una última discusión padre e hija se entienden y la hija decide tener al bebé el padre dejará la preocupación y el conflicto desaparecerá, creando en la glándula la posibilidad de entrar a la fase de reparación en donde la expresión biológica será de una inflamación edematizada para destruir lo que ha crecido en la fase de conflicto activo, esta inflamación podrá ser importante dependiendo del tiempo e intensidad del conflicto activo. En esta fase los síntomas son más expresivos existiendo la inflamación, orina maloliente, turbia, dolor miccional (al orinar) por compresión mecánica a otro órgano como la vejiga, sudores nocturnos. Es en este escenario en el cual muchos se asustan muchos corren al médico y la medicina alopática diagnosticara como cáncer de próstata lo que en realidad es una fase de reparación. Mismo proceso biológico se activará si vives una relación fuera de la norma un incesto o un hombre mayor que ve su relación con una chica más joven como algo inapropiado y se lo cuestiona o puede pensar que debe rendir más en el acto sexual o será rechazado en consecuencia la próstata crecerá y tendrá el diagnóstico de cáncer desafortunadamente.

Estos diagnósticos pueden resultar en un tratamiento drástico e incluso en una cirugía que poco ayuda a nuestro sistema reproductor con consecuencia irreversibles como la disfunción eréctil e impotencia y nula posibilidad de procrear.

Desde la descodificación biológica y en un acompañamiento terapéutico consciente podrás entender que son síntomas normales y que solo hay que dejar que el cuerpo se exprese además podrás ir hacia el momento donde se programó esta forma de vivir ese conflicto que te desestabiliza y genera esos síntomas. Podrás resignificar la manera de vivir y pasar de lo conflictual y el miedo a la comprensión, compasión y empatía hacia ti mismo honrarás tu cuerpo tu biología. Y lograras desactivar el programa de la glándula, vivirás en armonía disfrutando de ser tu propio sanador.

Remy Diaz Tello @r_diaztello

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